Considerar en alquilar tu propiedad puede ser conveniente cuando se busca una fuente de ingresos extra o simplemente cuidar tu propiedad que, tal vez, no puedas hacerlo tú mismo por diferentes razones. Pensar en rentar tu patrimonio puede sacarte de apuros y más aún si deseas que se mantenga en las mejores condiciones para cuando por fin decidas mudarte a tu nuevo hogar.

Antes de hacerlo será muy importante que tomes en cuenta distintas consideraciones para que puedas elegir al mejor inquilino y no tengas ningún tipo de complicaciones en cuanto al pago en tiempo y forma de la renta o daños a tu propiedad.

VIDUSA quiere que conozcas todo lo que debes tomar en cuenta antes de ofrecerle tu casa a un desconocido.

  1. Conoce e investiga a tu inquilino

Tal vez no sea necesario iniciar una relación de amistad como tal, pero sí cuestiónalo sobre sus gustos, intereses, a qué se dedica, cuáles son son sus ingresos económicos y que te facilite los datos de alguna persona que se haga responsable en caso de no cumplir con sus pagos.

Investiga si está en buró de crédito o historial crediticio y, por supuesto, que cuente con la suficiente solvencia económica para rentar tu propiedad.

  1. Elabora un contrato escrito

El hecho de que una persona no se encuentre en buró de crédito, cuente con buen historial crediticio o suficientes ingresos, no quiere decir que sea un buen inquilino.

Es tu responsabilidad como arrendador establecer un formato por escrito donde se establezcan las garantías para el cumplimiento de las obligaciones. Puedes solicitar la ayuda de un asesor inmobiliario o licenciado en derecho si lo deseas.

  1. Mantente en contacto

Si tienes la oportunidad, visita a tu inquilino una o dos veces al mes y cerciórate de que tu propiedad no se esté utilizando para realizar actividades ilícitas.

  1. Déjale claro cualquier duda

Es esencial explicarle cuáles son los servicios que se incluyen dentro de la renta y cuáles no. Menciónale que él se hará responsable de cubrir los gastos por posibles daños en tuberías, pintura del inmueble, etc.

En pocas palabras, dile cuáles son todas sus responsabilidades como inquilino y cuáles son las tuyas como arrendador, así no habrá motivo de confusiones.

Estamos seguros que, aunque algunas de ellas puedan sonar un poco exageradas, será la única forma en que podrás evitar problemas a largo plazo con tu inquilino.

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