Los fríos meses de invierno son el momento en que más tiempo pasamos dentro de casa y por lo regular usamos mucho la calefacción o los calentadores eléctricos. Sin embargo esto nos puede llegar a generar recibos de luz muy altos.
Es por ello que continuación te apuntamos algunos consejos para aislar tu casa del frío y mantener el calor durante el invierno sin tener que tener encendida la calefacción todo el tiempo.
- Utiliza cortinas gruesas para evitar que el calor se escape por las ventanas.
Hasta un 40% del calor que se pierde en invierno, tiene que ver con las ventanas. Así que al colocar una barrera, como por ejemplo las cortinas gruesas, estaremos aislando las ventanas y conseguiremos mantener mayor cantidad de calor en nuestro hogar.
- Instalar aislamientos en las paredes de la casa.
Aunque se trata de una obra que tiene un precio elevado y que puede llevar bastante tiempo, lo cierto es que esta solución puede ahorrarte hasta un 45% en calefacción y aire acondicionado en el recibo de la luz.
- Sella los huecos y grietas por las que pueda colarse el frío.
Las grietas y huecos de las paredes equivalen lo mismo que tener abierta una ventana de 1.5 x 1 metros constantemente. Este tipo de desperfectos son los responsables de la pérdida de entre un 15% y un 25% del calor. Por eso, sellar las grietas y huecos de la casa por las que puede entrar el aire frío hará que ahorres mucho dinero. Y lo mejor de todo es que los materiales que necesitarás para ello son muy económicos.
- Instalar cenefas en la parte superior de las ventanas.
Este tipo de cenefas se colocan en los marcos de las ventanas y son una excelente opción para detener el paso del aire frío a la estancia. También puedes buscar una solución más económica, como una barra de madera o plastico corrugado.
- Controlar la temperatura.
Poner la calefacción a 20 grados suele ser una buena temperatura para la mayoría de las personas en invierno, pero si no tienes termostato programable en tu aparato, coloca el termómetro en la sala, para controlar la temperatura.
- Cierra las puertas de las habitaciones que no están en uso
Los muebles absorben el calor del ambiente, por lo que es importante que solamente se encuentre en la habitación en la que estás. Cierra todas las puertas de las habitaciones que no estés usando para evitar que se escape. Además, si tienes un sistema de calefacción centralizado, apaga los aparatos de las estancias en las que no estés y notarás la diferencia.
- Abre las persianas y cortinas para aprovechar la energía solar
Echa las cortinas durante la noche para que no entre el frío, pero durante el día aprovecha la luz del sol. Los rayos del sol no pueden atravesar el vidrio, por lo que se convierten en calor radiante. Para aprovechar toda esta energía es una excelente idea abrir las persianas y cortinas durante el día.
- Envuelve las tuberías de agua caliente en cinta aislante.
Para reducir la pérdida de calor del agua mientras pasa por las tuberías, envuelve las tuberías en cinta aislante. De esta forma, la cantidad de energía que necesitarás para tener agua caliente será mucho menor. Además, este material se puede encontrar por un precio muy económico.
- Intenta mantener el calor en ti mismo y no en tu casa.
Aunque resulta obvio, muchas personas prefieren calentar la casa entera que abrigarse adecuadamente. Un suéter y una buena chamarra pueden hacer ahorrar en calefacción a cientos de personas.
- Mantén en buen estado tu sistema de calefacción
Para asegurarte de que tu calentador funciona correctamente, es importante que hagas una revisión al menos cada dos años. De esta forma, tendrás la garantía de que está funcionando de manera eficiente y de que no está usando más energía de la necesaria.
Pon en práctica estos consejos y protege tu casa del invierno.