Hoy en día existen muchos estilos decorativos para el hogar, y además van variando en función de la época y las distintas tendencias del momento. Es por ello que a continuación te compartimos los estilos más populares para que te animes a inclinarte por uno para tu hogar:
Estilo Clásico
La decoración del estilo clásico es el conjunto de las ideas y conceptos que durante siglos se han asociado al ideal de belleza. Hoy en día es muy común mezclar este estilo con las tendencias decorativas actuales, dando lugar a espacios con una decoración clásica renovada de estética actual pero cargada de historia.
Estilo Contemporáneo
Este es un estilo muy actual, que resulta de la evolución de los estilos tradicionales, y que recoge las más diversas tendencias del momento en el ámbito de la decoración. En general, estos ambientes son un reflejo del aquí y ahora, con piezas de líneas simples y depuradas, en los que se apuesta por la mezcla de materiales y donde los espacios suelen ser amplios y muy funcionales.
Estilo Rústico
Se trata de un estilo campestre, el que predomina en entornos rurales y que persigue la creación de ambientes relajados, cálidos y acogedores y con una estrecha relación con la naturaleza. Los colores predominantes son los tonos cálidos y se opta por un ambiente de carácter informal y confortable que invite al recogimiento y a la vida en familia o con amigos.
Estilo Retro
El estilo retro, como su propio nombre indica, es aquel que se inspira en estilos decorativos de décadas pasadas, buscando recrear el gusto y diseño de la época correspondiente para crear espacios que nos permitan tener la ilusión de retroceder en el tiempo. Para ello, no necesariamente las piezas a usar tienen que pertenecer a ese periodo sino que pueden ser de manufactura moderna y mezclarse con otras piezas antiguas procedentes de aquellos años.
Estilo Loft
El estilo loft tiene su origen en los años 50, cuando los estudiantes y artistas neoyorquinos sin capacidad económica para asumir los elevados precios para comprar o alquilar una vivienda en la ciudad, empezaron a habilitar locales destinados a oficinas y locales, para después convertirlos en espacios en los que se podía vivir y trabajar a un precio mucho más económico.
Espacios llenos de mucha luz, techos altos e instalaciones a la vista son sus señas de identidad y las claves de su éxito para seguir siendo hoy en día uno de los estilos decorativos más atractivos y demandados.
Estilo Minimalista
Aunque parezca increíble, este es uno de los estilos más difíciles de conseguir, pues se basa principalmente en contar con los elementos justos e imprescindibles en los espacios, sin que éstos se vean demasiado escasos y siempre conserven un orden y armonía. Esa inclinación del estilo minimalista por reducir a lo esencial produce espacios sobrios y austeros donde destacan los colores neutros como el blanco, negro y gris, así como también predominan las texturas y superficies lisas.
Estilo Glam
Completamente opuesto al minimalista, el estilo glam es un estilo lujoso, elegante y sofisticado, que incluso a veces puede llegar a la extravagancia y en el que el lema “más es más” es la consigna a seguir. Para ello, no se escatima en el uso de materiales ostentoso como el cristal, aluminio, con superficies lacadas o de espejo. En este estilo abundan los colores blancos, negros, fucsia, rosas e incluso azules que se combina con plateados y dorados por doquier y donde la iluminación es clave, con lámparas que destacan por su forma y tamaño y que se convierten en el punto focal de toda decoración de estilo glam que se precie.
Como ves, son muchos los estilos y subestilos en decoración y podríamos seguir enumerando, pero nos hemos limitado a los más comunes para no extendernos demasiado. Así que ahora que ya conoces los principales, tú tienes la última palabra para decorar tu hogar.