Renta vs Compra
Es cierto que al rentar evitas gastos de mantenimiento, trámites burocráticos y demás actividades que pueden convertirse en algo desgastante. Por otro lado tener una casa propia es sinónimo de crecimiento. A pesar de tener que sustentar los gastos de una vivienda y gestionar acciones que mantengan el inmueble en buenas condiciones, puedes aumentar el valor de venta de tu casa y convertir así el mantenimiento cotidiano en un factor de plusvalía.
Acciones que agregan valor a tu casa: Como todo objeto que tiene un valor, una casa puede aumentar o disminuir el suyo dependiendo de varios factores, como el desarrollo de la zona donde se encuentra, las condiciones de la vivienda, las modificaciones que haya sufrido, el tamaño del terreno, etcétera. Por esta razón debes considerar varias acciones a realizar una vez que hayas adquirido tu inmueble como: impermeabilizar cada dos meses, lavar tinacos y cisternas constantemente y mantener limpias las tuberías.
Ventajas adicionales de comprar una casa
Comprar una casa no sólo tiene ventajas en el sentido económico, también repercute en tu calidad de vida y la de tu familia en muchos sentidos:
Estabilidad: Al comprar una casa realizas planes a largo plazo para mantenerte en un solo lugar, por lo que puedes determinar lo que sucederá en el futuro, como decidir a qué escuela irán tus hijos.
Ahorro: Aunque comprar una casa parece, en primera instancia, un gasto, en realidad estás generando un ahorro apoyado de un crédito que a largo plazo será remunerable. Ya sea porque no pagarás renta o porque podrás vender ese inmueble en otro momento si así lo deseas.
Comodidad: el hecho de comenzar a construir tu patrimonio te da la confianza de arreglar, modificar y disponer a tu antojo del espacio que estás adquiriendo, pues las decisiones de remodelación y mantenimiento ya no dependerán de un tercero.