Existe la concepción de que entre más grande sea un jardín, es mejor. La realidad es que un jardín con menor tamaño puede cautivar a quien lo vea si está con buen mantenimiento y con una selección de colores y plantas diferentes que se complementen entre sí. 

 

Pensamos que tener un área para preparar alimentos, otra para una alberca y otra para que los niños jueguen, dentro del mismo espacio, es necesario para contar con un jardín emocionante. La realidad en esta época, es otra. 

 

La belleza de un área natural se siente gracias a su combinación de paleta de colores, su acomodo y su función dentro de nuestras vidas en el hogar. En ningún momento se convierte en necesario un tamaño enorme para que un jardín cumpla con la función de alegrar el alma. 

 

Los sentidos marcan la pauta: hay que tener presente cómo se ven estéticamente los elementos seleccionados para convivir entre sí; simetría, balance, paletas de color, etc. ¿A qué huele el jardín? La naturaleza nos ofrece decenas de aromas que cautivan el espíritu y con un espacio modesto, es posible alcanzar una sensación placentera. Las texturas de las diferentes plantas y flores juega un rol importante en cómo se percibe en su totalidad el jardín. 

 

En general, llévate que por pequeño que sea tu canvas, siempre tendrás la elección de elevar la sensación de disfrute a través de la naturaleza, con pocas plantas en una maceta o bien un acomodo más complejo y elevado, pero el espacio no es dictador. 

 

Experimenta y encuentra tus propias creaciones para darle tu personalidad, estilo y vida a tu área verde. 

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