Se dice por ahí que vivimos en la época de “si no sirve, tÍralo y cómprate uno nuevo.” Es posible que muchas personas piensen y se comporten de esa manera, pero creo que renovar, limpiar y reparar son tareas que aún existen en la mentalidad de la gente y que además, ofrecen una satisfacción personal al hacer algo con tus manos.
Claro está que hay tareas que no podemos hacer con nuestros conocimientos o herramientas limitadas, pero echemos un vistazo a algunas que sí podamos hacer.
PINTAR
La mayoría sabemos cómo utilizar un rodillo y una brocha. Te reto a que encuentres ese espacio en tu hogar que se sienta aburrido o plano y creas que se puede usar “una manita de gato.” Busca referencias en internet para inspirarte, Pinterest siempre es buena opción, y programa un viaje a tu tienda de ferretería y pintura más cercana para comprar esos tonos que viste y darle color a ese espacio que lo necesita. Te sorprenderán los resultados y cómo cambia la sensación dentro de ese lugar.
REACOMODAR
Quizás necesites ayuda de algún familiar para lograr esta tarea; pero valdrá la pena. Puede ser tu habitación, la sala familiar o algún área exterior con la que cuentes. Piensa de qué manera puedes mover ese sofá o esa mesa para cambiar la orientación del cuarto y cambiar la dinámica de movimiento. Asegúrate de que estar ahí siga siendo funcional y cómodo pero cambie la manera en la que se percibe el cuarto y tu relación con los artefactos y muebles que lo conforman.
NUEVA DECORACIÓN
No estamos hablando de salir a gastar mucho dinero en nuevos muebles, cuadros caros o recarpetear todo un espacio. Pero sí puedes salir a buscar detalles que combinen y acentúen ciertas áreas de tu casa y que no quiebren tu alcancía.
Busca velas, plantas pequeñas, relojes antiguos o pídele a tu familiar artístico que pinte algo bonito para tus espacios. Te sorprenderá cómo agregar varios de estos elementos eleva la sensación placentera en los espacios donde los coloques, y a bajo costo.
¿Qué otras ideas para renovar tus espacios se te ocurren?